Biografía

Juana Salazar "La Tobala", nació en Sevilla y pertenece a una familia de gitanos conocidos como Los Tobalos. Empezó a cantar siendo una niña y muy pronto se dedicó a cantar para artistas de la talla de Manuela Carrasco, Farruco o Mario Maya entre otros. Su cante ha pisado los más ilustres teatros de todo el mundo y en ciudades emblemáticas como Nueva York, Yakarta, Tokio, Kuopio, Mexico, Bogota, Sidney, Montevideo, Brasilia, etc. Ha participado en Festivales de Flamenco como, Bienal de Sevilla, Festival de Jerez, Festival de Córdoba, numeroso Festivales de Andalucía, para destacar La Tobala participó en el encuentro flamenco y Fado en el teatro Real de Madrid, siendo la primera cantaora en cantar en tal ilustre teatro.

De largo registro, dominadora del compás, conocedora de muchos estilos, cantaora por derecho, con un estilo propio y un sello personal. Posee ocho discos en el mercado y la participación en obras musicales como  “Bodas de Gloria” “Flamencos Cantan y Bailan a Lorca” “Romancero Gitano”, “Llanto de Sánchez Mejías” y “Metáfora”.

Juana Salazar "La Tobala", cantaora con personalidad propia.

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La Tobala (Juana Salazar – Sevilla)
La Tobala trae en este nuevo trabajo – estrenado el pasado mes de Septiembre de 2013 en el teatro central de Sevilla –
La Tobala ha demostrado la madurez en la espalda y sobre todo en la garganta. Como gitana buena de cante y arte siempre destaca en el compás, en la personalidad en los quejios, la artista controla su mimbre y disfruta de su arte.

Ella canta. Lo hace luciéndose como buena festera, con centelleos y roturas, con sus infalibles tangos, garrotín, tientos, fandangos, boleros y destacadas bulerías como Tributo a los Montoya. Junto a la siempre brillante guitarra de Pedro Sierra, es cantaora serena y creativa por soleares de Alcalá, jugando con los tientos y desgarrando fandangos. Juana es una intérprete confiada en su expresividad y respetuosa con su personal forma de cantar. Eso le permite, tanto emocionar como convencer. La Tobala llega en esta nueva entrega de “Entre enaguas” con cante en directo para lograr momentos de muy buen gusto y poso, dejando aire entre los tercios, tan bien guiada por la sonanta de Pedro Sierra. La cantaora sevillana demuestra en esta nueva entrega emoción, ganas de vaciarse y además siempre discurre por sus cauces más reconocibles: la voz poderosa y salvaje, la inspiración canastera, la feminidad rotunda.

No obstante, se hallan nuevos registros. La Tobala consigue emocionar y eso es lo que se espera hoy día de una grabación, para demostrar posteriormente que el artista esta vivo. Quizás uno de los momentos más singulares de este nuevo trabajo llega con dos canciones a piano, dos boleros muy conocidos y versionados como son “En un rincón del alma” y “Gracias a la vida”, en el que descubrimos a una Tobala de voz más íntima.

Entre enaguas empecé a vivir. Las mujeres entre sus piernas, me contaban historias sin verso. El almidón sonaba a cuchillos de Lorca. Los volantes a cante de fragua. Aquel color blanco, las velas de mi alma. Su aroma a lluvia y tierra mojada.
Y me dormían y me alimentaban susurrándome nanas.

Entre enaguas es el tributo que Juana La Tobala quiere rendir a las mujeres que desde la cuna hacen que sientas Flamenco

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ABC
Hoy el panegírico debe ser para una mujer que demostró con cante, no con palabras, que prefiere el rescoldo a la llama. No hace falta. Queda mucha leña. Y el mejor fuego no es el que se enciende rápidamente.
EL MUNDO
Su voz es calida y apacible, pero tiene la fuerza de la luz para cegar con su fulgor la pasion del flamenco,por eso suena a primavera.
EL CORREO DE ANDALUCIA
La Tobala canto con enjundia y saco su raza, va a más y algun dia nos sorprendera con algo muy interesante como ya apunto en su disco "Lenguaje Puro".

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Veo conexiones telúricas, nudos que se atan solos, cantes que se entrelazan, esencias que se refrescan en la fuente de lo jondo. Oigo a la Tobala, homónima del polo, extremeña y lusa, por tangos portugueses y se me va el hilo hasta la sastrería del Portugués en Triana. Antonio Silva se llamaba. El dios del polo. La Tobala canta en portugués y El Portugués canta el polo. Y en esa trenza que peina la casualidad me voy metiendo de lleno en las entrañas del cante grande. Sorpresa doble: Juana es cantaora larga y Pedro Sierra produce un disco de flamenco puro y duro. En estos tiempos de estribillos, ahora que el cante se atiborra de descrédito por mor de los dineros, una gitana de Extremadura lanza su voz sobre la bajañí de un gachó de Cataluña para sacarle las tripas a Andalucía. Y despellejan el cante. Juegan al mairenismo arqueológico. Porque la Tobala es muy mairenista en el concepto. Goza yendo al rescate de estilos moribundos. Saca a la luz melodías de las bodas calés que van más allá de las alboreás que grabó El Gallina. Reconoce la majestad de Antonio Chacón por malagueñas con tintes propios. Pone en valor los fandangos de Puente Genil que aflamencó Fosforito con la guitarra de Paco. Cose con hilos del Portugués de Triana los fundamentos de la caña y el polo mientras hilvana unos ayeos que están en la matriz del soniquete. Remata el cante de Tobalo con la soleá petenera de Pepe el de la Matrona. Rebusca entre las cantiñas para sacar del cesto una mijita del cante de Córdoba, una pizca de mirabrás, un retal de alegrías y un ramillete de bulerías de María Bastón. Hace bandera de su tierra por tangos, con homenaje incluido al Indio Gitano. Se mata por bulerías caracoleras con el ímpetu de la Paquera. Mece la cuna de los cantes levantinos con una levantica de la escuela de Angelillo y un cante minero que vilipendia a quienes olvidan a Encarnación Fernández. Pavonea por soleá mientras sube por la cuesta de la Jabonería gaditana. Y muere en Triana, en su cante más uterino. Seguiriya de los Cagancho. Ecos del Portugués que reverberan sobre el toque de ley de Sierra, que incluso se arrebata en un trémolo brutal de Sabicas por alegrías. Porque esta obra es un museo arqueológico. Pero vivo. Porque los estilos se cruzan en caminos insólitos. Y porque las letras son otras, populares casi todas, pero cambiadas de sitio. Por eso veo conexiones telúricas. Porque apenas veo más que un cante atávico, un discurso puro, un lenguaje auténtico que me exige cegarme para escribir sin pasión. Con objetividad. Acabo de descubrir a Juana Salazar. La verdadera. Entre usted en este cuartito y la verá. Vamos allá. Vamos a escuchar.